Es imposible no pensar que una maquinaria que trabaja de ese modo tan preciso no sea el fruto de una programación y que si esa programación fuera mejorada y aumentada, los cuerpos humanos serían capaces de lograr cualquier cualquier cosa, por más fabulosa y lejana que nos pueda parecer en estos momentos.
Animación de orgánulos celulares por Drew Berry y Etsuko Uno, wehi.tv. Núcleo, citoesqueleto (actina y microtúbulos), citoplasma, golgi y vesículas, retículo endoplásmico y membrana plasmática.
Alguien está observando el cosmos bajo la lente de su microscopio, pero no puede ver más allá de las galaxias, aún su microscopio no es lo suficientemente potente.
ResponderEliminarSiempre me ha fascinado la paradójica esponja de Menger-Sierpiński que tiene una superficie infinita y al mismo tiempo encierra un volumen cero.
Qué cosas, güy!
Jo, eso lo pensaba yo desde lacorra, por motivos que desconozco siempre pensé que dentro de nosotros había universos enteros y que si conseguíamos hacernos conscientes de ese hecho, sabríamos que somos dioses, ya que la conciencia ennoblece cualquier cosa o materia con una chispa de espíritu
Eliminar¡Oh, Gran Manitú!
(⊙_⊙’) Qué interesante la esponja de Menger-Sierpiński. Pero le encuentro una pega a la cuestión de que no contiene volumen, porque..., a ver si me explico: si la estructura de la esponja es de superficie, de dos dimensiones, los cubos originales deben ser huecos ¿no?, entonces, en cuanto se hace el primer recorte o quita de los cubos centrales resultantes de esa primera división, el resultado no podría ser en ningún caso una estructura como la que aparece, es decir, unos cubos más pequeños dentro de los cubos originales, ya que la superficie original, al ser de dos dimensiones, no tendría materia para crear las paredes de los cubos más pequeños. Vamos, que las paredes de los cubos de los fractales son inventadas, supongo que para que quede bonito, ¿no?
Es eso o la insolación me hizo mucho daño ⊙ω⊙