viernes, 31 de julio de 2020

Guía del Autoestopista Espiritual - La Regla del Nagual de Tres Puntas - Un Organismo Impersonal



"El objetivo de la Regla del Nagual es generar partidas, es decir, organismos autoconscientes capaces de volar por esa inmensidad de ahí afuera. Tales organismos se componen por la suma de un grupo de guerreros que han armonizado sus intentos individuales. La finalidad de ese diseño es perpetuar una dimensión no humana de la conciencia.

-¿No humana?

-Así es. Una dimensión en la que la personalidad ya no es la meta.

Los seres humanos somos incapaces de entrar y permanecer largo tiempo dentro de la consciencia cósmica, el estado al que don Juan llamaba 'la tercera atención'. O salimos de allí y nos olvidamos, o nos quedamos y nos fundimos con ese insondable mar. Pero el Poder que nos rige ha encontrado el modo de soslayar tal limitación, creando organismos en los cuales las entidades individuales funcionamos al modo de miembros.

En el seno de estos organismos se genera un tipo radicalmente nuevo de atención, un intento orientado a explorar lo desconocido y a investigar en equipo lo que no se puede conocer. Los sentimientos de individualidad ya no son el centro de su 'darse cuenta', pues quedan sustituidos por algo mucho más intenso: la vivencia dentro del todo, un estado energético que ningún hombre común puede siquiera concebir. Ahí no hay rutinas, no hay ego, no hay ignorancia, no hay interpretación. Ese tipo de organismo es sólo una etapa en el camino infinito de la conciencia, pero, para nosotros como seres humanos, esa etapa es final.

Le pregunté cómo opera la conciencia de una partida y me puso una analogía tomada del cuerpo físico.

-Aunque de un modo nebuloso, cada una de nuestras células está consciente de su unidad y, dentro de ciertos límites, puede actuar con independencia. Sin embargo, su intento individual está subordinado a un propósito superior, que es formar el conjunto al que llamamos 'yo'.

Cuando el increíble logro de darse cuenta del propósito global llega a sernos patente, entonces atisbamos una línea evolutiva superior. Percibimos la posibilidad de integrarnos con nuestros recíprocos energéticos en una forma de vida cuyos propósitos distan tanto de las preocupaciones de mundo cotidiano, como la conciencia que tiene una célula de nuestra totalidad. Los nuevos videntes llaman a esa formación 'la partida del nagual'.

-¿Qué son los recíprocos energéticos?

-Seres humanos que poseen características luminosas que se complementan.

La energía es recurrente, genera patrones que todos compartimos. En términos generales, puede decirse que hay cuatro matrices luminosas básicas con doce variantes, sintetizadas por el hombre y la mujer nagual. En la medida en que un tonal se acerca al ideal luminoso de su clase, manifiesta un grado de conciencia superior.

Cuando los modelos ideales se encuentran, tienden a combinarse. Los sentimientos de atracción entre los seres humanos pueden explicarse como resultado de la fusión de sus moldes energéticos. Lo normal es que tal fusión sea parcial, pero a veces ocurre una repentina e inexplicable oleada de simpatía; un vidente diría que ha tenido lugar un acto de reciprocidad energética.

Los guerreros de una partida se combinan de modo tal, que su relación produce óptimos resultados en el sentido de ganar y acumular poder.

Es difícil dar con cuerpos luminosos característicos que estén disponibles para la tarea del nagual; lo ordinario es encontrar tonales deformados por la vida mundana. Pero, cuando un nagual consigue integrar a su partida, la energía de sus guerreros se fusiona. Ellos sacrifican su individualidad por una meta superior, y el retornar a su anterior aislamiento ya no es posible, sólo les produciría la muerte. Puede decirse que una partida no está formada por individualidades, sino que es un solo organismo vivo, de alcances que ya no son humanos."

"Encuentros con el nagual. Conversaciones con Carlos Castaneda", Armando Torres, 2002


jueves, 30 de julio de 2020

Guía del Autoestopista Espiritual - La Regla del Nagual de Tres Puntas - El Origen de La Regla



Le pregunté cómo llegó el hombre a ponerse en contacto con esa matriz.

Me respondió:

-Siempre ha existido. Sin embargo, los videntes son sus descubridores y guardianes.

La Regla es el origen del orden universal. Su funcionamiento y finalidad son desconocidos, no porque  no se sepan, sino  porque no se comprenden. Centenares de generaciones de brujos dieron sus vidas en el empeño por dilucidarla y por desarrollar propuestas prácticas para cada una de sus unidades conceptuales.

Al principio, ningún hombre se propuso tener un vislumbre de esa estructura, porque nadie sabía que estaba ahí. A medida que los videntes del México antiguo trabaron contacto con otras entidades conscientes de esta Tierra, mucho más viejas y experimentadas que ellos, fueron adquiriendo porciones de La Regla. Un día vieron que todas esas porciones encajaban ente sí como un rompecabezas. Ese día descubrieron lo que llaman 'el mapa' y comenzó el linaje de los antiguos videntes.

A través de su ver, ellos verificaron casi cada porción relativa a los ensoñadores. Probaron todas las combinaciones, determinando sus efectos sobre la conciencia. Organizaron los ejercicios del ensueño en siete niveles de profundidad y penetraron hasta los vericuetos más íntimos del Universo. Poco a poco, desarrollaron el diseño de la partida, una estructura en forma de pirámide extremadamente estable y capaz de expresar con transparencia los designios del poder.

Pero hubo algo que los antiguos no verificaron: La Regla para los acechadores. Conocieron el acecho como una posibilidad latente que en la práctica no valía la pena explorar.

¿Por qué?

Porque, en una época en que ser brujo era estar en la cúspide de la escala social, el acecho como arte no tenía objeto. Hubiera sido una mala inversión. Pero cuando cambió la modalidad de la época, ese razonamiento llevó a los antiguos casi al borde de la extinción.

No fue sino hasta la aparición de los toltecas, cuando la otra gran porción de la Regla reveló su extraordinario contenido. Sólo sobrevivieron los linajes capaces de aplicarla; el resto se disolvió, se perdió en el torbellino que significó la caída del régimen de los antiguos videntes. Con ellos, la Regla del Nagual quedó completamente dilucidada.

¿Cuándo ocurrió eso?

El período de los nuevos videntes comenzó hace unos cinco mil años y alcanzó su apogeo en los tiempos de Tula. A través del acecho, el aporte fundamental de aquellos guerreros a la brujería fue la noción de la 'impecabilidad'."

"Encuentros con el nagual. Conversaciones con Carlos Castaneda", Armando Torres, 2002

miércoles, 29 de julio de 2020

Guía del Autoestopista Espiritual - La Regla del Nagual de Tres Puntas - Qué es La Regla


"Tiempo después, mientras caminábamos por la Alameda, casi llegando al Palacio de Bellas Artes, me hizo señas para que nos sentáramos en una banca milagrosamente libre, a un costado de la plaza. Era una banca de hierro forjado; su ubicación, justo frente a la puerta principal de una antigua iglesia construida con bloques de lava roja y negra, tuvo la virtud de bloquear levemente mi diálogo interno, transportándome a un oasis de serenidad en medio del bullicio de los autos y la gente que pasaba.

Por lo visto, Carlos había previsto ese impacto como una función didáctica. Comentó que esa era banca favorita de don Juan, lo cual me conmovió mucho. Frotándose las manos, aseguró que era tiempo de ir al grano.

-¿Sabes qué cosa es La Regla?

Aunque yo había leído algo al respecto en uno de sus libros, no había entendido gran cosa, por lo que denegué con la cabeza.

Él continuó:

-Ese es el nombre que dan los videntes a la guía de una partida de brujos, una especie de carta de navegación o muestrario de los deberes del guerrero dentro de su propio grupo de prácticas.

Después de comprobar exhaustivamente su presencia, los brujos del antiguo México llegaron a la conclusión de que: así como todos los seres vivos poseemos un patrón biológico definido que nos permite reproducirnos y evolucionar, también tenemos un patrón energético responsable de nuestro desarrollo como seres luminosos.

La Regla es la matriz de la cual extraen su energía los moldes de las especies. Puedes entenderla como el Plan Evolutivo de cada ser viviente, no sólo de la Tierra, sino de cualquier rincón del Universo donde haya conciencia. Nadie puede desligarse de ella. Lo más que podemos hacer es ignorar que existe, en cuyo caso no pasaremos de ser lo que somos: una masa viva al servicio de un propósito que no comprendemos.

Dicho en términos de brujos, La Regla es el esquema de los comandos del Águila, una ecuación que correlaciona la efectividad de las acciones con el ahorro de la energía. En el ámbito de lo práctico, tal combinación no puede producir otra cosa que un guerrero.

La Regla es completa en sí misma y cubre todas las facetas del camino del guerrero. Describe cómo se crea y se nutre una partida de naguales, de qué manera se conectan las generaciones para conformar un linaje y les orienta hacia la libertad. Pero, a fin de usarla como llave de poder, uno tiene que verificarla por sí mismo.

¿Cómo se puede verificar?

La Regla es autoevidente para el brujo que ve. Para un principiante como tú, el mejor modo de atestiguar su funcionamiento consiste en detectar su intrusión en el transcurso de tu vida."

"Encuentros con el nagual. Conversaciones con Carlos Castaneda", Armando Torres, 2002

martes, 28 de julio de 2020

Guía del Autoestopista Espiritual - La Regla del Nagual de Tres Puntas - El Augurio



"En cierta ocasión, después de dar una plática en el salón privado de un restaurante, donde nos invitó a todos a comer, Carlos me pidió que lo acompañara a otro sitio. Minutos más tarde, ambos partimos, dejando a los demás invitados en una animada charla.

En nuestro camino tuvimos que atravesar una gran avenida. Adelantándome al tráfico de los autos, yo corrí hacia una isleta triangular en medio de la vía, creyendo que Carlos me seguiría. Pero cuando llegué ahí, me percaté de que él se había quedado esperando del otro lado.

Entonces ocurrió algo imprevisto: una magnífica racha de viento se abalanzó por la avenida, tan fuerte, que tuve que agarrarme de un poste metálico que servía como señal para los automovilistas. Antes de que pudiera protegerme, una nube de polvo se introdujo en mis ojos y garganta, haciéndome toser y dejándome momentáneamente ciego.

Cuando me recuperé, Carlos estaba a mi lado, mirándome con el rostro radiante de alegría. Palmeó mi espalda e hizo un comentario muy extraño:

-¡Ya sé qué hacer contigo!

Le miré interrogativamente y me explicó:

-Ese era el mismo viento, anda detrás de ti.

Sus palabras me hicieron recordar el momento en que lo conocí, cuando una turbonada otoñal nos había obligado a cerrar precipitadamente las ventanas de la sala donde le esperábamos un grupo de amigos.

-En aquella ocasión tú lo viste como un viento fuerte, pero yo supe que era el Espíritu dando vueltas sobre tu cabeza. Fue una señal, y ahora sé con qué propósito te señaló.

Le pedí que me explicara su enigmática afirmación, pero su respuesta fue más oscura todavía:

-Soy heredero de cierta información. Es un aspecto de la enseñanza que me atañe tan profundamente, que yo mismo no puedo explicarlo a los demás. Debe ser dicho a través de un mensajero. Hace un rato, mientras observaba cómo el Espíritu te zarandeaba al borde de la avenida, supe que ese mensajero eres tú.

Insistí para que me revelara algo más, pero él me dijo que ese no era el momento ni el lugar adecuado."

"Encuentros con el nagual. Conversaciones con Carlos Castaneda" Armando Torres, 2002

lunes, 27 de julio de 2020

Guía del autoestopista espiritual - La Regla del Nagual de Tres Puntas - Introducción



"Desde temprana edad, la tendencia reflexiva de mi carácter me llevó a buscar una explicación sobre quién soy y cuál es mi propósito en la vida. Basado en ese interés, en cierta ocasión un compañero de estudios me informó de que Carlos Castaneda iba a dar una plática privada en casa de un amigo suyo, y que yo podía asistir si quería. Me quedé encantado con la invitación, pues hacía tiempo que esperaba una oportunidad así.

Castaneda era un famoso antropólogo, autor de varios libros sobre la cultura de los antiguos mexicanos. En ellos cuenta que, siendo aún un estudiante en la Universidad de California, fue a hacer un trabajo de campo entre los indios yaquis, al norte de México, a fin de aprender sobre las plantas medicinales que ellos utilizaban.

En uno de sus viajes se encontró con un viejo yerbero que tenía fama de hechicero, quien se le presentó como Juan Matus. Con el paso del tiempo, el anciano lo tomó como aprendiz y le introdujo en una dimensión totalmente desconocida para el hombre moderno: la sabiduría tradicional de los antiguos videntes toltecas, comúnmente conocida como "brujería" o "nagualismo".

En una docena de libros, Carlos relata una relación de maestro y aprendiz que duró trece años. En ese tiempo, fue sometido a un arduo entrenamiento que le llevó a corroborar personalmente los fundamentos de esa extraña cultura. Las experiencias adquiridas durante su aprendizaje terminaron haciendo que el joven antropólogo sucumbiera a la fascinación del conocimiento y fuera absorbido por el sistema de creencias que estudiaba. Este desenlace le alejó bastante de sus metas originales.

"Nagualismo" era el nombre que daban los brujos del México antiguo a su sistema de creencias. De acuerdo con la historia, aquellos hombres estaban profundamente interesados en su relación con el Universo, a tal grado, que se dieron a la tarea de investigar los límites de la percepción a través del uso de plantas alucinógenas que les permitían cambiar los niveles de conciencia. Después de practicar durante generaciones, algunos de ellos empezaron a ver, es decir, a percibir el mundo, no como una interpretación, sino como un flujo constante de energía.

El nagualismo consiste en un conjunto de técnicas diseñadas para alterar la percepción cotidiana, produciendo fenómenos psíquicos y físicos de extraordinario interés. Por ejemplo, la tradición mexicana afirma que un nagual es capaz de transformarse en un animal, pues ha aprendido a soñarse a sí mismo en una forma diferente de la de ser humano. Detrás de esta creencia popular está el hecho de que los brujos exploran su subconsciente con el propósito de arrojar luz sobre aquel ámbito desconocido de nuestro ser.

El nagualismo fue durante años una práctica socialmente aceptada, tal como entre nosotros lo es la religión o la ciencia. Con el tiempo, sus postulados ganaron en abstracción y síntesis, convirtiéndose en una especie de propuesta filosófica, cuyos practicantes llevaron el nombre de toltecas.

Los toltecas no eran lo que comúnmente conocemos como brujos -individuos que usan fuerzas sobrenaturales para dañar a otros- sino hombres y mujeres extremadamente disciplinados e interesados en complejos aspectos de estar conscientes.

En sus libros, Carlos se esforzó con mucho talento por adaptar el conocimiento de los naguales a nuestro tiempo, sacándolo del ambiente rural y haciéndolo accesible a personas con formación occidental. A partir de las enseñanzas de Don Juan, él definió las premisas del camino del guerrero, o el camino de la conducta impecable, consistentes en control, disciplina y esfuerzo sostenido. Una vez interiorizados, estos principios llevan al practicante a otras técnicas más complejas, cuyo objeto es percibir el mundo de una manera nueva.

Logrado esto, el estudiante está en posición de moverse por el ámbito de los sueños en forma voluntaria y consciente, tal como lo hace en su vida cotidiana. Esta técnica se complementa con lo que Don Juan denominó "el arte de acechar" o "el arte de conocerse a sí mismo", y con un ejercicio diario llamado "recapitulación", porque consiste en repasar los eventos de nuestra historia personal para encontrar su trama oculta.

Tanto el ensueño como la recapitulación hacen posible la creación del "doble energético" una entidad prácticamente indestructible, capaz de actuar por cuenta propia.

Uno de los descubrimientos más relevantes de los videntes toltecas fue que los seres humanos poseemos una configuración luminosa o campo energético en torno a nuestro cuerpo físico. Vieron que unos pocos venían con una configuración especial dividida en dos partes. A estos los llamaron naguales, es decir, "personas duplicadas". Por su particular conformación, el nagual tiene mayores recursos que el común de las gentes. También vieron que, a causa de su doblez y excepcional energía, son líderes naturales.

A partir de estos descubrimientos, fue inevitable que los videntes se estableciesen según los mandatos de la energía, organizando grupos armónicos cuyos participantes se complementan entre sí. Los guerreros de estos grupos estaban comprometidos con la búsqueda de nuevos niveles de conciencia. Con el tiempo, comenzaron a darse cuenta de que, detrás de sus prácticas y formas de organización, había una regla impersonal.

En este sentido, la regla es la descripción del diseño y los medios por los cuales pueden unirse las diversas conformaciones luminosas de la especie humana, a fin de integrar un solo organismo denominado "la partida del nagual". La meta de estos grupos es la libertad total, la evolución de la conciencia al punto de poder viajar por el océano de la energía cósmica, percibiendo todo lo que nos es accesible.

Existe una sección especial de la regla que describe cómo se entrelazan las diversas generaciones de guerreros formando linajes, y cómo los linajes se renuevan cada cierto tiempo.

A Carlos le tocó vivir una de esas etapas de renovación. Sin embargo, él mismo no entendió lo que esto significaba, hasta que recibió un mensaje que le orientó hacia la divulgación de la enseñanza.

Cuando yo lo conocí, todavía él tenía una gran reserva para con el público y trataba de mantenerse distanciado de la gente. Nuestra relación fue principalmente a través de pláticas que daba a pequeños grupos y conversaciones en privado.

Él me exigió que pasara desapercibido frente a los demás con el fin de mantener bajo control mi historia personal. Tiempo después, me confesó que esa medida poseía un sentido más profundo, pues yo tenía un compromiso con el Espíritu y debía ejecutar mi tarea cuatro años después de su partida.

Cuando le pregunté la razón de este requisito, me dijo que él sabía que su obra iba a ser obstruida por detractores que tratarían de frustrar el plan diseñado por Don Juan para una revolución de la conciencia. Mi función sería dar un testimonio del mensaje que recibí."

"Encuentros con el nagual. Conversaciones con Carlos Castaneda" Armando Torres, 2002




lunes, 20 de julio de 2020