La tecnología metal-aire ha
estado a la vanguardia de la investigación de la energía durante años, debido a
su enorme potencial energético. Los avances tecnológicos de Phinergy le
permiten utilizar eficientemente este potencial para diversas aplicaciones,
superando a las baterías convencionales.
Una batería convencional consta
de un ánodo y un cátodo, donde el cátodo toma hasta el 70% del peso de la batería.
El cátodo se utiliza como un recipiente para un reactivo (por ejemplo,
oxígeno), por lo general hasta el 5% de su peso, lo que se requiere para la
liberación de la energía en un ánodo de metal. El resultado es que la mayor
parte del peso de una batería convencional está mal utilizado.
Una batería de metal-aire cuenta
con un electrodo de aire que respira el oxígeno del aire del ambiente en lugar
del cátodo convencional. Es decir, la batería consume el oxígeno requerido
desde el aire, en lugar de tener los materiales pesados que limitan el oxígeno en su interior. Por
lo tanto, las baterías de metal-aire tienen un enorme potencial para ofrecer
alta capacidad con un bajo peso.
El talón de Aquiles del coche eléctrico era la autonomía, este sistema de baterías parece que da al traste con el problema.
ResponderEliminarYa sólo falta que abaraten el coste y... ¡a por ello!
Si, bueno, también está la escasez del litio, pero con un poco de sentido común y el correcto reciclaje del mineral de toda la basura tecnológica que generamos, además del uso de otras fuentes/vectores de energía como el hidrógeno (atento al modelo que ha fabricado Tesla Motors http://lasfloresdelcactus.blogspot.com.es/2014/03/tesla-motors-quant-e-sportlimousine.html) tendríamos TODAS las posibilidades de conseguirlo... faltaría la voluntad. :]
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