"Si las puertas de la percepción se depurasen, todo
aparecería ante los hombres como realmente es: Infinito. Pues el hombre se ha
encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas
rendijas de su caverna."
William Blake
***
“El Diablo hizo los
ex-sacramentos con cosas que no se pueden reconocer, malas de comer. Acaso con
algunas formas que se agitan alrededor, bestias fieras, pájaros difíciles de
identificar, que no son corrientes. Muy peligrosa es su palabra, doble, oscura.”
Fraile Andrés de Olmos
Tratado de las Idolatrías de la Nueva España,
1536.
PRÓLOGO
Aun cuando durante la conquista
de México los españoles pudieron presenciar actos asombrosos de transformación
entre los indígenas, como dan testimonio los historiadores de la época en sus
crónicas (aparte de que aún quedan evidencias de tales hechos grabadas en
esculturas y pinturas murales en diversas iglesias del país), ellos no supieron
aprovechar la gran oportunidad que se les presentaba para estudiar una cultura
distinta o explorar las nuevas posibilidades perceptivas que atestiguaban. En
lugar de esto, tacharon los actos que veían como “obras del demonio”, razón por
la cual los persiguieron, los mataron y los dieron por exterminados, olvidando
luego el asunto, ya que sus ojos estaban fijos en el metal amarillo que los
indígenas despreciaban porque tenían a la mano algo que consideraban de mucho
más valor: el conocimiento de un vasto mundo mágico.
Los investigadores modernos,
científicos brillantes, luchan por desentrañar los misterios del universo; para
eso, construyen sofisticadas naves espaciales cada vez más complejas. Lo hacen,
aun sabiendo que, hagan cuanto hagan, jamás podrán vencer físicamente las
enormes distancias de miles de millones de años luz, verdaderas barreras que
nos separan de otros cuerpos celestes. Y lo más triste es que, si acaso algún
día lograsen vencerlas, seguramente harían con las otras razas que llegasen a
encontrar, lo mismo que los conquistadores les hicieron a nuestros hermanos
indígenas. ¡Que no se olvide! Todos los europeos y sus descendientes tenemos
una deuda para con ese pueblo.
Sin embargo, hubo otro tipo de
investigadores que tomaron una vía distinta para descifrar los misterios del
Universo y que afirman haber logrado resolver de una manera práctica la
cuestión del tiempo y el espacio. Sus herederos son los brujos modernos,
quienes, en vez de tratar de manejar las cosas desde la física, como lo hace
nuestra ciencia actual, enfocaron sus esfuerzos en la comprensión y el manejo
de la energía; disciplina aún desconocida en nuestras universidades.
Con la aplicación de ese
conocimiento, los brujos viajan libremente por todo el Universo en tiempo cero,
sin importar la distancia a recorrer ni el costo, que no se mide en litros de
combustible, sino en intensidad de atención. Aseguran que el secreto radica en
la manipulación de la conciencia, allí donde todo se reduce a energía.
Partiendo de esa premisa, ellos se lanzan a la exploración de lo desconocido.
¿Qué hubiera pasado si los
europeos de hace quinientos años, en lugar de concentrarse en la conquista y la
destrucción, hubiesen aprovechado la oportunidad que se les presentaba?
Probablemente nunca lo sabremos pero puede que hoy, cinco siglos después, el
ser humano como raza ya fuera un viajero frecuente del Cosmos.
El hombre de razón camina hacia
su extinción. La egomanía resultante de la importancia personal y la
autocompasión llevan al ‘homo sapiens’ u ‘homo razonabilis’ hacia su final. En
su lugar, aparecerá una nueva raza: el ‘homo perceptibilis’; ésos serán seres
mágicos que viajarán libremente por el oscuro mar de la conciencia. Veo el
surgimiento de un mundo nuevo, donde la “magia” y la tecnología coexistirán en
perfecta armonía.
En este libro, Armando nos ofrece
una magnifica descripción de su aprendizaje junto a los curanderos de México
que lo adoptaron como ayudante. Nos muestra de forma clara que la realidad que
percibimos depende completamente de dónde fijamos nuestra atención. Así que, el
mito de los brujos, aun cuando parezcan patrañas al hombre occidental, es en
verdad una descripción distinta del mundo. Desde esta óptica, si lo que el investigador
busca son resultados, las prácticas que siga para lograrlo no tienen mucha
importancia, lo que importa es que funcionen.
El mito de los brujos, por lo
tanto, no es una mentira, como insinúa el nombre, sino una representación
alterna de la realidad. Sus descripciones son sostenidas por la voluntad de
esos hombres poderosos y se encuentran vigentes aún hoy día. Ellos la aplican
en su vida diaria de forma práctica y, de hecho, dicen ellos que funcionan tan
bien como nuestras propias descripciones basadas en la razón.
El hombre moderno, al describir
su mundo, lo hace de manera tan metódica y detallista que no le queda ni
siquiera una mínima fisura por donde escapar. De ahí la sensación de estar
embotellado, de no tener paz, no tener salida, hechos que generan tanta
depresión. El resultado es el terrible estado destructivo en que se encuentra
la humanidad. “Lo que el hombre moderno necesita es volver a soñar sueños de
poder y magia.”
He oído muchas especulaciones
respecto a si Carlos logró o no su meta.
– ¿Usted cree que Carlos
Castaneda haya alcanzado la libertad? – me preguntan con frecuencia.
¡Claro que sí! Él, al igual que
Calixto Muni, salió victorioso de su batalla. Carlos ha logrado dar un salto
mortal con el pensamiento y es libre. “No se deben poner trabas al pensamiento,
ése es el gran truco de los brujos.”
En esta obra, Armando ofrece las
herramientas para liberarnos de las cadenas de la racionalidad, abre las
cortinas del otro mundo y nos brinda una nueva descripción, al develar el mito
de los brujos curanderos. Nos muestra una realidad que no es nuestra descripción
cotidiana, pero que sigue muy vigente en algunas comunidades rurales de México.
De modo que, en este punto, es
justo advertir al lector sobre la necesidad de suspender el juicio y
aproximarse a este asunto con un criterio amplio, una mente abierta y una
actitud de verdadera investigación. Armando nos invita a entrar en un mundo
mágico, donde nuestras más extravagantes fantasías pueden volverse realidad.
Nos demuestra que las experiencias de los brujos están al alcance de
cualquiera, es tan sólo querer abrirse a ellas.
A mí, en lo particular, esta obra
me deja un raro sabor de boca, al darme cuenta que, de hecho, no estamos
conscientes de nuestras verdaderas posibilidades como seres humanos. Al igual
que todos, yo no esperaba un nuevo libro por parte de Armando, tomando en
consideración sus repetidas negativas al respecto; así que esta obra fue para
mí motivo de una gran sorpresa y deleite; espero que ustedes la disfruten tanto
como yo.
J.Y.
Prólogo al libro de
Armando Torres “El secreto de la serpiente emplumada” 2010
Por Juan Yoliliztli
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