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"Natural", esa es hoy la publicitaria consigna. Alimentos naturales, cosméticos naturales, tejidos naturales, energía natural... Todo lleva esa etiqueta que certifica que un plátano es natural y que el agua es natural... (¡!) Pero, como dijo el poeta, "se canta lo que se pierde". Toda una gigantesca y monopolizada industria, negocio redondo que, a la par que "alimenta" a millones de personas, produce las enfermedades y comercia con los remedios, círculo infernal y tan rentable como difícil de romper. Vivimos sometidos e inmersos en un inextricable amasijo de corporaciones interrelacionadas; industria alimentaria, farmaceútica, bélica, química, eléctrica, hidrológica, mediática... Una compleja y tupida tela de araña envuelve y recorre cada rincón del planeta.
ResponderEliminarComo bien señalan tus etiquetas: un sinvivir.
Salud! (sin aditivos ni conservantes)
Salve Loam!
EliminarNo puedes tener más razón, yo sigo alucinando con los yogures "sin gluten" y el chorizo "sin lactosa" que cacarean en los supermercados y algunas cosas aún más exóticas.
Comemos tanta porquería, a nuestro pesar, que deberíamos donar nuestros cuerpos a la ciencia o poner en las tumbas epitafios modelo:
"Warning Toxic Waste" ☢