Es un hecho que la quema de combustibles fósiles aunque no fuera la causa del calentamiento global (si existiese tal cosa) es sucio, muy sucio y resulta carísimo proteger los intereses de las petroleras en los países productores; casi todas -por no decir todas- las guerras actuales se localizan en los países que producen algo que el resto del mundo quiere o necesita y que monopolizan unas pocas multinacionales. No se trata de que vayamos a remolque de algunos países poderosos sino de la cantidad de poderosas corporaciones que tiene un país.
Hasta ahora no me ha llegado noticia de que el gobierno de ningún país haya dicho: "venga, consumamos menos" o "como somos un gobierno independiente de las petroleras, las hidroeléctricas, los bancos y las alimentarias, vamos a potenciar la investigación y el desarrollo de energías alternativas, más baratas y limpias"; más bien actúan como si pensaran algo así: "sí, dejaremos de fumar, pero cuando se acabe el tabaco". Seguramente algún mandatario en algún país intentó alguna vez salir de entre las correas de esa camisa de fuerza, pero esos pobres locos ha durado menos que el agua en una cesta.
Además, las corporaciones cuentan con la impagable colaboración de los gobiernos en la educación de los borreg-ciudadanos, la correcta, la plana, la uniformada, la cuasi militar, la de los libros de texto escritos por los ganadores de las guerras, la educación maniquea, la del blanco y negro, la de no te desvíes que te atizo un coscorrón, esa en la que hemos crecido la mayoría de los españoles de la posguerra. Y es que era muy importante unificar el pensamiento y clasificar las verdades que se enseñan en los colegios, institutos y universidades para que cualquiera que se atreva a pensar distinto o se salga de la casilla, reciba su correspondiente pescozón y sea llevado al compartimento estanco de los parias o se lo meta en la jaula de los locos para el resto de sus días, a él y a siete generaciones de sus descendientes.
No es de extrañar por tanto que haya en España una legión de extáticos adoradores de Ntra Sra de la Segunda Ley de la Termodinámica, quienes jamás se plantearán siquiera que no es ningún drama que se acaben los combustibles fósiles o que ya existen desde hace tiempo alternativas más que viables.
Hace unos pocos años en el divertidísimo programa dedicado a los coches Top Gear, James May, presentó el modelo de pilas de combustible de hidrógeno de la General Motors, un coche cuyo combustible es agua salada y capaz de crear más electricidad de la que consume, electricidad que podría emplearse en el circuito de generación de hidrógeno.
Naturalmente, el vídeo ha sido retirado de la red (éste que veis es un milagro) al director del proyecto de GM, Byron McCormick, le han retirado los fondos para investigación y ha dimitido y las poderosísimas Dutch Shell y British Petroleum se han hecho con la patente de la tecnología. Genial.
Impresionante el coche este de James May. De tus reflexiones ¿qué voy a decirte?, pues que tienes mucha razón, toda, para ser exacto. España es... es de una espesura lenta y exasperante. Dicen de los borrachos, pero en realidad son los más lúcidos, pues hay ocasiones en las que, tras contemplar el panorama tal cual es en realidad, ¿qué otra cosa cosa puedes hacer para no tirarte por la ventana más que emborracharte? Afortunadamente he pasado una buena parte de mi vida fuera de este país, en el que una parte de la población vive en la esperanza de que algún día llegue a ser lo que podría ser, mientras el resto, la mayoría diría yo, sigue empecinado en que nada cambie (¿Verdad, Sr. Wert?)
ResponderEliminarEl caso es que hay que salir de aquí, no de turismo (odio su práctica y el mismísimo concepto), sino vivir fuera, con todo lo que ello significa. Y no es que ahí fuera aten los perros con longanizas, es que simplemente no se dejan atar como aquí.
Tus etiquetas son fascinantes. Por ejemplo las de este post: abrumador, ¡¡Dangerous Knowledge!!... ja,ja,ja, fantástico... ¡¡Dangerous Knowledge!!... Vade retro Satanás y prepara la maleta que, como mucho, nos vamos a Lourdes, hijo... ja,ja,ja...
Lo triste de la tecnología del hidrógeno es que de nuevo nos la han escamoteado delante de nuestras narices y, para no variar, en España nos pilla siempre mirando a la musaraña. Aunque siempre hay cuatro locos como esta gente de Energías libres http://www.energiaslibres.es/ que hacen lo que pueden y quien sabe, puede que un día nos saquen de la miseria.
Eliminar:] Me alegro de que te gusten mis etiquetas; te contaré un secreto de pequeña me caí en la marmita de los palabros je, je, puede que haga un día una compilación de términos propios. Ah! lo de Dangerous knowledge lo saqué de unos documentales buenísimos de la BBC (siempre la BBC) que seguro te gustará ver: https://vimeo.com/30482156.