El segundo vídeo no deben verlo quienes sean delicados de estómago. Así es cómo se las gastan los narcos en México, infiltrados hasta los tuétanos en el gobierno y las instituciones, con los parabienes y connivencia de su Majestad Imperial USA.
Ni siquiera tengo palabras para describir los horrores que deben sufrir a diario los ciudadanos de bien, sobretodo las mujeres. En lugares como Ciudad Juárez, en los que son explotadas en las maquilas, maltratadas, torturadas, violadas y asesinadas día sí y día también. En México añaden el terror más absoluto al vivir. Puede que sea la ancestral tradición sanguinaria del azteca el que impele a los modernos mexicas a actuar como lo hacen.
Aquí también lo llevamos fatal, estamos enfermos de un mal insidioso, tristón, viejuno, húmedo, cutre, rancio, casposo, ladrón, corrupto, violador de infantes, ejecutor de atávicas maldades camufladas de tradición, aunque nos falta ese toque espectacular y sangriento de ceremonial que poseen los mejicanos; para bien o para mal.
De nosotros aprendieron muchas de las maldades que los aquejan pero por fin ha llegado el tiempo en el que si ésto no revienta, estalla.
Que los dioses nos pillen confesados.
Que los dioses nos pillen confesados.
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