Durante la Primera Guerra Mundial empezaría a usarse de forma masiva un nuevo tipo de pólvora que sería decisiva en la contienda; se trataba de la “ cordita “: más potente, más precisa y sin humo. Solo producía una leve niebla gris azulada y permitía a los francotiradores disparar sin descubrir su posición, no ensuciaba los cañones de fusiles y piezas de artillería, y no oscurecía el campo de visión de quien manejaba una ametralladora. Compuesta por una mezcla de algodón explosivo, nitroglicerina, vaselina y como disolvente un 0,8 % de acetona , es la verdadera protagonista de esta historia. Chaim Weizmann La producción de acetona de la época estaba sostenida por una obsoleta industria química con técnicas de preguerra mediante destilación destructiva de madera, y la necesidad de acetona a escala masiva en la industria militar acaparó la atención del por entonces ministro de Municiones británico, Winston Churchill . Churchill recurrió a Chaim Weizmann , un jo...