miércoles, 10 de febrero de 2021

Libros - El Señor de los Anillos


Ilustración de Alan Lee

"Cinco días antes de mi partida para esta arriesgada empresa, hace once días, y casi a esta misma hora, oí la llamada del cuerno. Parecía venir del norte pero apagada, como si fuese solo un eco en la mente, un presagio funesto pensamos que era mi padre y yo, pues no habíamos tenido ninguna noticia de Boromir desde su partida y ningún vigía de nuestras fronteras lo había visto pasar. Y tres noches después, me aconteció otra cosa más extraña aún.

Era la noche y yo estaba sentado junto al Anduin, en la penumbra gris bajo la luna pálida y joven, contemplando la corriente incesante y las cañas tristes que susurraban en la orilla. Es así como siempre vigilamos las costas en las cercanías de Osiriath, ahora en parte en manos del enemigo, y donde se esconden antes de saquear nuestro territorio. Pero era media noche y todo el mundo dormía. Entonces vi, o me pareció ver, una barca que flotaba sobre el agua gris y centelleante, una rara y pequeña barca de proa alta, y no había nadie en ella que la remase o la guiase. Un temor misterioso me sobrecogió. Una luz pálida envolvía la barca, pero me levanté y fui hasta la orilla y entré en el río, pues algo me atraía hacia ella. Entonces la embarcación viró hacia mí y flotó lentamente al alcance de mi mano.

Yo no me atreví a tocarla, se hundía en el río como si llevase una carga pesada. Y me pareció cuando pasó bajo mis ojos que estaba casi llena de un agua transparente y que de ella emanaba aquella luz y que sumergido en el agua dormía un guerrero. Tenía sobre las rodillas una espada rota, y vi en su cuerpo muchas heridas, era Boromir, mi hermano, muerto. Reconocí los atavíos, la espada, el rostro tan amado. Una única cosa eché de menos, el cuerno, y vi una sola que no conocía, un hermoso cinturón de hojas de oro engarzadas que le ceñía el talle. ¡Boromir! Grité, ¿dónde está tu cuerno?, ¿adónde vas, oh, Boromir? Pero ya no estaba."

"El Señor de los anillos" Libro IV capítulo 5. "Una ventana al oeste", J. R. R. Tolkien, 1954
 

   

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