miércoles, 24 de octubre de 2018

Cine documental - Häxan, La brujería a través de los tiempos (1922)


 

Häxan, conocida en inglés como "The Witches" o "Witchcraft Through the Ages", es una película sueco-danesa, una curiosa e innovadora mezcla de cine de terror documental y mudo, escrita y dirigida por Benjamin Christensen. Mientras que la mayoría de las películas de la época eran adaptaciones literarias, la toma de Christensen era única, y basaba su película en obras de no ficción, principalmente el "Malleus Maleficarum", un tratado del siglo XV sobre brujería que encontró en una librería de Berlín, así como en algunos otros manuales, ilustraciones y tratados sobre brujas y caza de brujas (se incluyó una extensa bibliografía en el playbill original en el estreno de la película). Sobre las adaptaciones literarias, Christensen comentó: "En general, [sic] estoy en contra de estas adaptaciones... Busco encontrar el camino a seguir para las películas originales". En cambio, Häxan fue contemplado, como se indica en los créditos de apertura, como una "presentación de un punto de vista histórico en siete capítulos de imágenes en movimiento”. Si bien la mayor parte del formato de la película, con sus escenas dramáticas representadas por actores (incluido el propio Christensen en el papel del diablo), habría sido lo suficientemente familiar para los asistentes al cine en ese momento (aunque impactante en el contenido), el primer capítulo, durando 13 minutos, es una historia diferente. Con su estilo documental y su tono académico, con varias fotografías de estatuas, pinturas y grabados en madera, habría sido completamente novedoso, un estilo de conferencia ilustrada proyectada que no se volvería popular hasta muchos años después. De hecho, la película tal vez podría hacer un reclamo decente de ser el primer documental (un galardón normalmente reservado para el estudio etnográfico de Robert J. Flaherty de 1922 titulado “Nanook of the North”). Según se informa, la película más cara de la era del cine mudo sueco, Häxan fue prohibida en los Estados Unidos y fuertemente censurada en otros países. En 1968 se lanzó una versión abreviada. Titulada Witchcraft Through the Ages, presentó una ecléctica partitura de jazz de Daniel Humair y una narración dramática del asombroso tono grave de William S. Burroughs.